Una época difícil
Vivimos en una época marcada por el materialismo, la opulencia y la exageración extrema, es triste decirlo pero vivimos en una época guiada por la codicia y la ambición, desde pequeños el mundo constantemente nos dice que tener fama y bienes materiales es igual a éxito.
Pero es interesante mencionar que en la economía de Dios sucede todo lo contrario, Jesús llamo a sus seguidores y los motivó a una vida sencilla y simple, porque Él sabía que la búsqueda intensa de las riquezas desviaría el corazón de ellos, por eso les dijo que buscaran primero su reino y que todas las demás cosas les serian añadidas.
Fama y bienes materiales no aseguran tu futuro
Joven rico y le dijo;”Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”(Marcos 10:17-24)
Jesús, mirando en derredor, dijo a Sus discípulos: “¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!”, es muy difícil, pero gloria a Dios que no es imposible.
Este joven no tenía paz en su alma a pesar de que tenía mucho dinero, las posiciones no podían darle eso que su corazón anhelaba con tanta desesperación, esa paz y seguridad de salvación, solamente Jesús se lo podía dar.
Al ver Jesús que el dinero era el obstáculo más grande en su vida, le dijo que vendiera todo y que lo diera a los pobres y entonces tendría tesoros en el cielo y que lo siguiera, Jesús le había dado la oportunidad, el privilegio de que lo siguiera y este hombre amo más las riquezas de este mundo y desprecio al rey de universo.
La preocupación y la ansiedad dañan tu presente y afectan tu futuro
Amada iglesia, la preocupación y la ansiedad por las cosas de este mundo están dañando tu presente y estropeando el futuro glorioso que Dios quiere darte, ¿Como puede ser esto posible?
Quiero que meditemos un segundo en esto, “Nadie puede vivir en paz si su vida está enfocada en lo material”, te afanas, te desgastas y te sobre esfuerzas por conseguir estabilidad económica pero en el transcurso de tu búsqueda dejas a un lado cosas de tu presente (Tu servicio a Dios, tu familia, etc), esas cosas que ahora tienes en el futuro las anhelaras por haberlas descuidado. ¿Quieres empezar a construir tu futuro ahora mismo? entonces debes tener en cuenta algunas cosas.
I. Preocuparse o estar ansioso es maligno y dañino.
Jesús dijo a sus discípulos que no se preocuparan pensando qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán.
El termino preocupación en español viene de una palabra latina que significa; “Ocuparse con anticipación de algo” y se refiere al temor o la angustia que siente alguien al pensar que algo malo puede pasarle.
La preocupación es un tipo de estrangulación mental y emocional que estrangula al creyente y lo lleva a paralizarse, en otras palabras es una cárcel mental, la preocupación te roba el disfrutar de tu presente y estropea tu futuro al no pensar con claridad debido a la presión bajo la que vives.
La preocupación es tan mala que te puede dañar físicamente. Las personas que se preocupan constantemente, se enferman físicamente, en otras palabras la preocupación o el stress es la plataforma de todas las enfermedades.
Entonces, ¿Porque nos preocupamos si sabemos que es tan malo el hacerlo?. Aunque todos nosotros nos preocupamos por muchas cosas, Dios no desea que lo hagamos, el preocuparnos es evidencia clara de que no estamos confiando en Dios.
No estamos confiando en que Dios tiene el control, no estamos confiando en que El es poderoso y que Él tiene cuidado de nuestras vidas. Preocuparse es el pecado de desconfiar en la promesa y la providencia de Dios, es el pecado que niega el amor y el cuidado de Dios hacia sus hijos.
El problema no está en ocuparnos en el hoy sino en el preocuparnos en el mañana, en preocuparnos en cómo vamos a vivir de aquí a 10,20 o 30 años, en otras palabras, vivir enfocados en proveer para no pasar trabajo en el futuro, para al final darnos cuenta que invertimos mal nuestras vidas y vivimos para el dios dinero.
A mi mente viene un hermano de nuestra iglesia que tenia un buen trabajo, era líder y tenia un gran futuro por delante, el gran problema empezó cuando comenzó a preocuparse por su futuro, su primer pensamiento fue, “¿Que haré si dejo de trabajar?, la situación económica del país no es muy buena, los trabajos cada ves están mas difíciles, ya tengo mas de 40 años, etc.
Este hermano empezó a inquietarse tanto que lo primero que pensó para resolver su preocupación fue prepararse para su jubilación, ¿Con apenas 40 años?, si, con 40 años pensando en una provisión para su jubilación, decidió irse a trabajar fuera del país, para empezar sus ahorros, dejo a su familia, abandonó su liderazgo, dejo de congregarse y perdió mas de lo que ganó, ¿Que pasó?
Este hermano estuvo fuera del país por mas de tres años, desgastándose físicamente y emocionalmente, perdió a su familia, y aunque hizo algunas cosas para arreglar su casa y hacerse de sus ahorros, nunca disfrutar de sus logros, porque en el camino perdió lo que realmente le hacia feliz y sentirse completo (Dios y su familia).
II. A veces la preocupación y la ansiedad las buscamos nosotros mismos
Si miramos bien, la mayoría de las veces la preocupación y la ansiedad son buscadas por nosotros mismos. Nos preocupamos por cosas sencillas y sin sentido, queremos resolverlo todo nosotros mismos en lugar de dejar nuestra preocupaciones y ansiedades a nuestro Dios.
Dios quiso advertirnos sobre esta preocupación y ansiedad innecesarias, “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles (Incrédulos) buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”
Si somos honestos podríamos decir que la mayoría de la preocupación y la ansiedad en la que estamos metidos, es nuestra culpa, compramos carros que no podemos pagar, compramos casas que no podemos pagar, vemos programas que no debemos ver, nos comprometemos con personas que no debemos comprometernos; cuando hacemos estas cosas quedamos presos de nuestros deseos egoístas y nos desviamos del propósito que Dios tiene para nuestras vidas.
Aunque nos parezca extraño Dios no nos creó para que vivamos para nosotros mismos, Él nos creó para El, Dios nos creó para amarle, adorarle y para que representáramos su gloria aquí en la tierra.
Esto no quiere decir que ahora no debemos trabajar y dejar que Dios sea el que nos de todo sin hacer nosotros nada, este pensamiento sería anti-bíblico, pues la Biblia nos dice claramente; “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” 2 Tesalonicenses 3:10
Lo que El Señor quiere darnos a entender es que trabajemos para vivir, no que vivamos para trabajar y acumular bienes materiales. Muchos hoy en día viven únicamente para sus trabajos, son esclavos de su trabajo, ¿Porque? porque su seguridad y su confianza no esta en un Dios que provee y le abre puertas, su seguridad es el salario que devenga de su trabajo, cuando esto pasa es normal estar preocupado y ansioso por el futuro.
Jesús conto una historia que nos ilustra exactamente lo que le sucede a aquel que vive egoístamente para acumular riquezas, Lucas 12:16-21
“La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?, Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.”
Es triste ver a tanta gente siega tras las vanidades de este mundo, acumulando cosas que se van a quedar aquí, perdiéndose de lo más hermoso de esta vida, una relación real con Dios, con sus amigos y familiares, pero lo más triste es ver a cristianos, hijos de Dios, nacidos de nuevo en la misma situación, preocupados por obtener bienes que aseguren su futuro y descuidando lo que realmente es importante.
III. Confié en Dios y deje de preocuparse por el futuro
Jesús dijo Mateo 6:34 “No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”
Es importante ahorrar para el futuro, es sabio y necesario, pero afanarse por el día de mañana es ser insensatos y desleales al Señor, Dios es el Dios del mañana, así como es el Dios del presente y es el Dios de toda la eternidad.
Su bondad y su misericordia son eternas, Él no nos ha pagado conforme a nuestros pecados sino que nos a amado en Cristo y nos a dado una nueva oportunidad de reconciliándonos con El.
Recuerde que somos sus hijos, somos su iglesia, somos la niña de sus ojos, entonces porque temer al futuro si estamos en sus manos.
La competencia por tener más cosas materiales nos lleva a la avaricia y la avaricia a la envidia y la envidia a la ansiedad y la ansiedad a la depresión y la depresión a un hoyo oscuro que en algunos casos termina en suicidio.
Nuestros cuerpos están diseñados por Dios para resistir el estrés de hoy, no para cargar con el estrés de mañana. Por eso el Señor nos dice “No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.”
Hermanos! Dios solo da su gracia un día a la vez, la gracia de hoy es para hoy, no sirve para mañana, cuando llegue mañana entonces recibirás la de mañana, no se adelante, porque se encontrara solo, sin el apoyo de Dios, viva en Dios viva el hoy.
No te preocupes por el futuro y gradece tu presente
Sea agradecido por lo que tiene hoy, eso le hará experimentar contentamiento, el contentamiento debería ser el estado mental de todo cristiano, nosotros como cristianos deberíamos decir como dijo el apóstol Pablo; “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:11-13
Si usted no puede experimentar la paz de Dios y la fe de que El esta en control de su vida, es muy posible que no tenga a Cristo realmente en su corazón.
Muchas veces nos preocupamos demasiado por nuestro futuro, pero la verdad es que eso no es necesario, porque con tan solo poner nuestro corazón en las manos del Señor, ya nuestro futuro no nos pertenece, ni debe preocuparnos, ahora es de Dios y Él se encargará de diseñar y hacer realidad los mejores planos para nuestras vidas, pero necesitamos creerle y confiar.
El Dios al que usted y yo alabamos no desampara la obra de sus manos, ese Dios es dueño del futuro que a usted tanto le preocupa, nada pasa sin que el lo sepa, así que ¿Porque hemos de estar preocupados por el futuro?