Iglesia Bautista Central

DEVOCIONALES

Bueno, ¿y ahora qué?

24 de Mayo de 2024

La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. Juan 14:27 (NVI)

Bueno, ¿y qué sigue? Este es el pensamiento que a menudo ha pasado por mi mente cuando termina una temporada de mi vida.

 

Después de graduarme del bachillerato, me pregunté: ¿y ahora qué? Me preocupaba la universidad, pero me entusiasmaba la libertad que esperaba experimentar lejos de mi pequeño pueblo.

 

Luego de perder el trabajo al que entregué todo, me pregunté: ¿y ahora qué? Me sentí confundida y estresada, preocupada por las cuentas y qué le diría a mi familia.

 

Después de graduarme de la universidad, una ruptura relacional, alejarme de un grupo de amigos y en muchas otras ocasiones en mi vida me he preguntado… ¿y ahora qué?

 

Ya sea que estemos listas para que una temporada cambie o no, no es divertido tener dudas y confusión. Sin embargo, estoy muy agradecida de que sirvamos a un Dios que es el Autor de la paz y no de la confusión (1 Corintios 14:33).

 

La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden (Juan 14:27).

 

Jesús compartió estas palabras con Sus discípulos en el aposento alto justo antes del caos de la traición de Judas y la tragedia de la muerte de Jesús. Los discípulos no sabían de los milagros que les esperaban, pero sí sabían que Jesús les dijo que no tuvieran miedo. Les ofreció paz, incluso cuando el futuro era incierto.

 

Cuando invitamos a Jesús a nuestros corazones, recibimos Su paz a través del Espíritu Santo.

¿Qué tal si ponemos nuestra confianza en lo que sabemos de Dios en lugar de estresarnos por lo que no sabemos? Ya sea que te estés graduando de la escuela, entrando en un mercado laboral competitivo, comenzando o terminando una relación significativa, mudándote a un lugar nuevo o cualquier otra cosa, puedes experimentar la paz de Su presencia.

 

Esta paz no nos promete todas las respuestas, pero nos recuerda que incluso cuando no sabemos a dónde vamos, sabemos a Quién seguimos. A través de orar constantemente e invitar continuamente a Jesús a nuestro futuro, experimentamos la paz que proviene de saber que nuestros problemas hoy, pueden convertirse en nuestro testimonio mañana. Todo lo malo puede convertirse en algo bueno si lo convertimos en algo de Dios.

 

No tienes que vivir con ansiedad cuando no sabes lo que traerá el mañana. En cambio, busca a Dios, quien conoce tu futuro (Jeremías 29:11-13). Él está abriendo un camino para ti y para mí, y Su voluntad es mayor que nuestros planes. Pidámosle en oración que nos guíe a lo mejor y confiemos en que no nos negará nada bueno (Salmo 84:11).

 

Querido Dios, el caos y la confusión están a mi alrededor, pero Tú eres un Dios de paz, no de desorden. Ayúdame a experimentar Tu paz. Puede que no sepa lo que sigue, pero sé que la paz es una promesa cuando camino Contigo. En el Nombre de Jesús, Amén.

 

PROFUNDICEMOS

 

1 Corintios 14:33, porque Dios no es un Dios de desorden, sino de paz. Como es costumbre en las congregaciones de los creyentes, (NVI)

 

Jeremías 29:11-13, Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, vendrán a suplicarme y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. (NVI)

 

Salmo 84:11, El SEÑOR es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El SEÑOR no niega sus bondades a los que se conducen con integridad. (NVI)

 

¿Cómo puedes confiar en que Dios es un Dios de paz incluso cuando tu vida es confusa y el futuro parece desconocido?

 

¿Cómo puedes buscar Su paz diariamente? ¡Comparte en los comentarios!