DEVOCIONALES ¿Te preocupa tu futuro? Mateo 6:33 10 DE JULIO DE 2024 ¿Que esperas del futuro? Una época difícil Vivimos en una época marcada por el materialismo, la opulencia y la exageración extrema, es triste decirlo pero vivimos en una época guiada por la codicia y la ambición, desde pequeños el mundo constantemente nos dice que tener fama y bienes materiales es igual a éxito. Pero es interesante mencionar que en la economía de Dios sucede todo lo contrario, Jesús llamo a sus seguidores y los motivó a una vida sencilla y simple, porque Él sabía que la búsqueda intensa de las riquezas desviaría el corazón de ellos, por eso les dijo que buscaran primero su reino y que todas las demás cosas les serian añadidas. Fama y bienes materiales no aseguran tu futuro Joven rico y le dijo;”Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”(Marcos 10:17-24) Jesús, mirando en derredor, dijo a Sus discípulos: “¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!”, es muy difícil, pero gloria a Dios que no es imposible. Este joven no tenía paz en su alma a pesar de que tenía mucho dinero, las posiciones no podían darle eso que su corazón anhelaba con tanta desesperación, esa paz y seguridad de salvación, solamente Jesús se lo podía dar. Al ver Jesús que el dinero era el obstáculo más grande en su vida, le dijo que vendiera todo y que lo diera a los pobres y entonces tendría tesoros en el cielo y que lo siguiera, Jesús le había dado la oportunidad, el privilegio de que lo siguiera y este hombre amo más las riquezas de este mundo y desprecio al rey de universo. La preocupación y la ansiedad dañan tu presente y afectan tu futuro Amada iglesia, la preocupación y la ansiedad por las cosas de este mundo están dañando tu presente y estropeando el futuro glorioso que Dios quiere darte, ¿Como puede ser esto posible? Quiero que meditemos un segundo en esto, “Nadie puede vivir en paz si su vida está enfocada en lo material”, te afanas, te desgastas y te sobre esfuerzas por conseguir estabilidad económica pero en el transcurso de tu búsqueda dejas a un lado cosas de tu presente (Tu servicio a Dios, tu familia, etc), esas cosas que ahora tienes en el futuro las anhelaras por haberlas descuidado. ¿Quieres empezar a construir tu futuro ahora mismo? entonces debes tener en cuenta algunas cosas. I. Preocuparse o estar ansioso es maligno y dañino. Jesús dijo a sus discípulos que no se preocuparan pensando qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. El termino preocupación en español viene de una palabra latina que significa; “Ocuparse con anticipación de algo” y se refiere al temor o la angustia que siente alguien al pensar que algo malo puede pasarle. La preocupación es un tipo de estrangulación mental y emocional que estrangula al creyente y lo lleva a paralizarse, en otras palabras es una cárcel mental, la preocupación te roba el disfrutar de tu presente y estropea tu futuro al no pensar con claridad debido a la presión bajo la que vives. La preocupación es tan mala que te puede dañar físicamente. Las personas que se preocupan constantemente, se enferman físicamente, en otras palabras la preocupación o el stress es la plataforma de todas las enfermedades. Entonces, ¿Porque nos preocupamos si sabemos que es tan malo el hacerlo?. Aunque todos nosotros nos preocupamos por muchas cosas, Dios no desea que lo hagamos, el preocuparnos es evidencia clara de que no estamos confiando en Dios. No estamos confiando en que Dios tiene el control, no estamos confiando en que El es poderoso y que Él tiene cuidado de nuestras vidas. Preocuparse es el pecado de desconfiar en la promesa y la providencia de Dios, es el pecado que niega el amor y el cuidado de Dios hacia sus hijos. El problema no está en ocuparnos en el hoy sino en el preocuparnos en el mañana, en preocuparnos en cómo vamos a vivir de aquí a 10,20 o 30 años, en otras palabras, vivir enfocados en proveer para no pasar trabajo en el futuro, para al final darnos cuenta que invertimos mal nuestras vidas y vivimos para el dios dinero. A mi mente viene un hermano de nuestra iglesia que tenia un buen trabajo, era líder y tenia un gran futuro por delante, el gran problema empezó cuando comenzó a preocuparse por su futuro, su primer pensamiento fue, “¿Que haré si dejo de trabajar?, la situación económica del país no es muy buena, los trabajos cada ves están mas difíciles, ya tengo mas de 40 años, etc. Este hermano empezó a inquietarse tanto que lo primero que pensó para resolver su preocupación fue prepararse para su jubilación, ¿Con apenas 40 años?, si, con 40 años pensando en una provisión para su jubilación, decidió irse a trabajar fuera del país, para empezar sus ahorros, dejo a su familia, abandonó su liderazgo, dejo de congregarse y perdió mas de lo que ganó, ¿Que pasó? Este hermano estuvo fuera del país por mas de tres años, desgastándose físicamente y emocionalmente, perdió a su familia, y aunque hizo algunas cosas para arreglar su casa y hacerse de sus ahorros, nunca
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DEVOCIONALES ¿Doble ánimo? 11 DE JULIO DE 2024 Semejantes a las olas del mar Reflexión Santiago 1:5-8 Si usted ha tenido la oportunidad de ver a menudo el vaivén constante de las olas gigantescas del mar, sabe cuán inquietas son, sujetas a las fuerzas del viento, de la gravedad y de la marea. Así de inquieta es la mente del hombre de doble ánimo, un día dispuesto a algo y al día siguiente ya no quiere saber nada al respecto, ¿Cuantos somos así de inestables? Nos proponemos metas, por ejemplo bajar de peso; iniciamos una dieta estricta, nos ejercitamos y hacemos todo lo necesario para bajar de peso, pero de pronto empezamos a claudicar, ya no tenemos fuerzas para ir al gimnasio, ya nos sentimos hastiados de los alimentos saludables y como consecuencia abandonamos la meta de bajar de peso, ponemos en pausa nuestro plan y esperamos que los ánimos vuelvan para empezar de nuevo. ¿Cuantos proyectos tenemos en pausa por nuestra falta de constancia? Santiago 1:8 “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” El hombre de Doble ánimo Los caminos del hombre en la Biblia se refieren a una forma de actuar o línea de conducta, a un comportamiento o procedimiento. En las Escrituras se utiliza muchas veces con referencia a una línea de conducta que aprueba o desaprueba Dios. El doble ánimo es la falta de firmeza en una persona cuyo carácter no ha sido renovado a través de la transformación del entendimiento, alguien que se encuentra en el estado del viejo hombre y su característica principal es la inconstancia. Una persona que es inconstante, lo será en todos sus caminos, mostrará su falta de constancia en todo lo que emprenda, en cada área de su vida: familia, trabajo, amigos, congregación, finanzas. ¿Doble Animo? Desde el punto de vista psiquiátrico, el doble ánimo puede preceder al trastorno afectivo bipolar en el que las personas presentan cambios inusuales, a menudo extremos y fluctuantes en el estado de ánimo, el nivel de energía, de actividad y la concentración. La biblia en el libro de Santiago, describe al hombre de doble animo como alguien dudoso, “El que duda es semejante a la ola del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra… El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:6-8). Es un hombre con una fe escasa, por tanto, fluctuante, se motiva a seguir a Dios unos días y otros no, porque las dudas que traen las circunstancias superan su fe, entonces se mueve de acuerdo a ellas y no a la voluntad de Dios, es decir se mueve por fe, pero la duda lo obliga a detenerse, es inconstante su desplazamiento, es inconstante su crecimiento. Siempre habrán obstáculos En todas las áreas de nuestra vida podemos encontrar obstáculos, ya sea provenientes de nuestra mente, de otras personas o cosas. Dios nos posiciona en un lugar, pero incluso en ese lugar donde él nos posiciona vamos a encontrar oposición y dificultades, pero no por esto debemos abandonar la promesa, porque ahí es donde viene el fracaso, un ejemplo claro es el pueblo de Israel y la promesa de la tierra prometida, Dios ya los había hecho dueños de Canaán pero Israel debía tomar posesión de ella, si dudaban y abandonaban la promesa perderían la heredad que Dios les estaba dando. Fortalece tu Fe ¿Sientes que estás librando una batalla en la fe?, recuerda que si Dios te envía no debes permitir que los gigantes te atemoricen, porque tu Señor es más grande que cualquier cosa. Se constante en el camino, aunque los vientos soplen, no te muevas, porque Dios está por encima de tus circunstancias, recuerda el hermoso consejo de aliento y confianza que Dios le dio a su pueblo “Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, NO TENGAS TEMOR de ellos, porque Jehová TU DIOS ESTA CONTIGO, el cual te sacó de tierra de Egipto.” (Deuteronomio 20:1) Eso es exactamente lo que usted y yo debemos de recordar cuando veamos al enemigo echarlas todas contra nosotros, recordar que el Dios de Israel es el mismo Dios al cual usted y yo servimos, ese Dios no nos deja solos y nos acompaña en cada batalla. Fortalece tu fe a través de su palabra Fortalece tu fe a través de su palabra, en ella encontrarás los peores escenarios en los que sus escogidos han estado, verás que Dios siempre estuvo con ellos, verás como Dios los libró siempre, te darás cuenta que ese Dios jamas abandona en los tiempos de dificultad, ese amigo es fiel y constante, así que fortalece tu confianza en Jesucristo y no tendrás temor al saber que tu Dios esta contigo siempre. Fortalece tu fe a través de la oración La oración nos acerca a Dios, nos ayuda a entrar en esa confianza de pedir, de dialogar, de consultar, incluso nos da la confianza de hablar hasta de esos sueños absurdos de los que no conversamos con nadie, la oración nos hace amigos íntimos de Dios, no hay nada mas bonito que saber que entre la lista de nuestros amigos esta Jesucristo a la cabeza, saber que podemos acudir a Él sin ser cuestionados o señalados, saber que esta disponible las 24 horas al día los 7 días de la semana, ¿Quieres ese tipo de amistad?, empieza a formarla por medio de la oración. Esfuérzate y no seas de doble ánimo Así que, sigue orando fortaleciendo tu vinculo con Dios y esforzándote en el Señor, haciendo aquello a lo que él te ha llamado, sin importar las circunstancias. Caminar en la libertad de las promesas dadas por Dios implica creer que, a pesar de las circunstancias, la Palabra de Dios sobre nuestra vida se cumplirá. Cuando le crees a Dios sabes que la aflicción del tiempo presente no
DEVOCIONALES Siete veces cae el justo y vuelve a levantarse 8 DE JULIO DE 2024 Reflexión, siete veces cae el justo Proverbios 24:16 Siete veces cae el justo El alma sincera cae como puede caer un viajero, al tropezar con una piedra en su camino pero se para y sigue en su camino con más cuidado y velocidad, este hermoso proverbios nos dice que lo mismo debemos hacer nosotros, siete veces cae el justo, pero también nos dice que las siete veces se levanta. En la vida luchamos diariamente con situaciones que no son de nuestro agrado, situaciones que muchas veces no nos permiten ser felices a totalidad o que simplemente nos roban momentos de paz porque nos llevan a hacer cosas que realmente no quisiéramos hacer y que muy en el fondo de nuestro corazón quisiéramos cambiar. Algo en lo que debemos meditar en esta reflexión es que caer no es algo fatal, el problema en si radica en el hecho de no levantarte después de haber caído. También te puede interesar nuestro articulo Sigue Adelante, 1 Samuel 16:1 En lo natural caes y te levantas, si es posible, te levantas antes de que alguien te pueda ver, lo haces lo mas rápido posible, muy rara vez vemos a alguien que se cae y se quede ahí sentado en el piso por horas, peor aún por días, pero en lo espiritual muchos caen y se quedan ahí en el suelo lamentando su caída, muchos incluso jamas vuelven a levantarse, jamas vuelven a intentarlo. ¿Has caído alguna vez? Quizá en algún momento lograste estabilizar tu vida, lograste vencer aquello que tanto te incomodaba, lo lograste cuando llegabas y te postrabas delante de la presencia del Señor. Con la ayuda de Dios lograste vencer aquello que hacía eco en tu mente cuando decidías tener momentos a solas con Dios, aquellos pensamientos que te atacaban tratando de desestabilizar tu vida intima con el Señor, mas sin embargo por alguna razón volviste a lo mismo, quizás eso ya se convirtió en un círculo, en donde te arrepientes, pasas un tiempo estable y luego vuelve al mismo error. Has llegado al extremo de pensar, ¿Para qué seguir intentando?, ¿Para que levantarte si sigues cayendo una y otra vez? Siete veces cae el justo ¿Porque? Hay algunas áreas de nuestra vida que se tienen que ir restaurando progresivamente, quizá no será de la noche a la mañana, ni de una semana para otra, pero a pesar de ello, aunque no lo creas, Dios está trabajando en nosotros y en especial en esas áreas que son un mal sabor de boca para nosotros. Cada caída es un aprendizaje, cada fracaso nos enseña algo, cada derrota nos ayuda a saber lo que hicimos mal para no repetir los mismos errores, ¿Puedes aprender algo en cada caída? Cuando empezamos a caminar, eramos unos bebés, que intentan correr cuando apenas pueden sostenerse, las caídas y los golpes que nos dimos de niños nos enseñaron que debemos ir mas despacio, que debemos tener mas cuidado, que debemos ver los obstáculos, que debemos saber en quien sostenernos, etc. Lo mismo pasa en lo espiritual, debemos aprender a ver bien lo que nos rodea e ir con mas cuidado, caer no es mortal, pero quedarse tirado en el suelo si puede ser fatal, debes levantarte lo mas pronto posible. Muchos de nosotros hemos pasado por ese proceso en el cual Dios empieza a ordenar nuestra vida, poco a poco comenzamos a vencer aquello que tanto daño espiritual nos hacía, poco a poco comenzamos a dejar aquel habito maligno que lo único que hacía era acusarnos delante del Señor. Por un tiempo logramos sentir que por fin lo habíamos logrado, nos sentimos seguros de que ya todo había pasado y esa seguridad se convirtió en nuestro peor enemigo, ya que bajamos la guardia y volvimos al mismo error nuevamente. Hoy quizá estás leyendo esto, confundido, triste y hasta cierto punto un poco enojado contigo mismo porque te dejaste vencer nuevamente por aquella área que creías superada. Y es que nadie puede sentirse que ya lo ha vencido todo, pues cada día nos enfrentares a situaciones que ameritaran que estemos en guardia, que no bajemos ritmos y que sobre todo estemos apegados a nuestro Padre Celestial. Cae, pero vuelve a levantarse La seguridad nos puede volver presa fácil para el enemigo, si dejamos que ese sentimiento de seguridad nos gobierne, nos confiaremos, bajaremos la guardia y como consecuencia caeremos y el enemigo hará lo que sea para evitar que volvamos a levantarnos. Y es que no voy a negar que es horrible el sentimiento que nos queda cuando después de un tiempo de sentirte seguro, que ya todo había pasado y que por fin habías podido vencer esa área que te daba dolor de cabeza, vienes y nuevamente caes en el mismo error, ese sentimiento es difícil y duro de procesar. Ese sentimiento que ahora te invade, de fracaso quizá, de desesperación, de rendición y todo lo que te quiera llevar a no intentarlo mas no puede ser producido por Dios, pues Dios jamás te podría sentimientos de desanimo y derrota, al contrario, Dios esta esperando que te levantes. Hoy quiero invitarte a que comiences de nuevo, a que te levantes y no te des por vencido, quiero invitarte a que dejes de creer que todo esta acabo o que nunca podrás vencer esa área, que jamas podrás levantarte, confía y cree que en Cristo si puedes vencer, deja que nuestro Dios te tome de la mano y te ayude a levantarte una vez mas, siete veces cae el justo y vuelve a levantarse, así que anímate y levántate en el nombre de Jesús. Vuelve a levantarte No creas que todo se ha acabado, no creas que eres un caso perdido, porque para Dios no hay caso perdido, El siempre tiene un oportunidad mas para ti,
DEVOCIONALES El valor de soltar el control 24 de Mayo de 2024 Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Salmo 127:4 (NVI) Mejillas regordetas, piernas temblorosas, sonrisa llena de babas y ojos que seguían mi rostro con asombro. Esta es la imagen mental que tengo de nuestra hija primogénita. Mientras se preparaba para graduarse de la escuela secundaria, ella pronunció seis palabras que yo no quería escuchar: «Mamá, quiero tomarme un año sabático». Cada conversación sobre opciones universitarias y sus pasiones se había convertido en conversaciones donde ella expresaba su deseo profundo de alcanzar al mundo para Jesús. En mi opinión, tomar un año sabático antes de la universidad estaba fuera de discusión. Pues yo había planeado la vida entera de mi hija. Escuela secundaria, universidad, carrera, matrimonio, hijos, en ese orden. (¿Te das cuenta de que tengo problemas de control?) Este fue el comienzo de una temporada en que Dios me enseñaría a soltar, dejar ir. Terminó siendo una época que me liberó de la mentira de que tengo el control. Aun así, me resistí. Negándome a abandonar los planes que ya había hecho, me lamenté: ¿Por qué, Dios? ¿Por qué me pruebas de esta manera? Sentí la respuesta de Dios de una manera que me pareció muy clara: ¿Me confiarás a ella? ¿Me dejarás hacer Mi obra en su vida? Tengo grandes planes para ella que la llevarán a lugares donde no podrás ayudarla ni controlar el resultado. Quiero hacer Mi obra en ella, pero no mientras tú te aferres demasiado. Quiero que sueltes el control. Entonces Dios puso esta escritura en mi corazón: “Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud” (Salmo 127:4). ¿Te imaginas a una guerrera profesional que ha pasado toda su vida preparándose para la batalla afilando sus flechas y perfeccionando su puntería? Imagínate a esta guerrera profesional yendo a la batalla, sacando su flecha de la funda, colocándola en el arco, tirando hacia atrás, apuntando perfectamente, pero luego no la suelta. Esto es lo que hacemos como padres cuando pasamos años infundiendo en nuestros hijos la Verdad de Dios, sacrificando el sueño, pasando horas de rodillas en oración, preparándolos para el futuro… y luego no dejarlos ir, no liberarlos para que cumplan el propósito que Dios les dio. Mi temporada actual es difícil pero necesaria: aprender a soltar mi primera flecha. Mientras me preparo para enviar a nuestra primera hija a esta nueva aventura no planificada, veo esas mejillas regordetas ahora cinceladas por la edad. Veo esas piernas tambaleantes ahora fortalecidas para soportar la carga del camino que tiene por delante. Veo esos labios llenos de babas ahora armados con la Verdad de la Palabra de Dios. Y veo esos ojos que una vez me siguieron ahora firmemente fijos en Jesús, el Autor y Consumador de su fe (Hebreos 12:2). Amiga, mientras crías a tus hijos, que Dios te conceda la sabiduría y la fuerza para guiarlos y moldearlos. Que Él también te conceda la fe y el valor para dejarlos ir. Señor, te doy gracias por ser un Dios amoroso y omnisciente que tiene planes para mí y las personas en mi vida. Que siempre recuerde que Tus caminos son más altos que mis caminos (Isaías 55:9) y que Tus planes siempre son buenos. Concédeme un corazón de rendición. En el Nombre de Jesús, Amén. PROFUNDICEMOS Proverbios 3:5-6, Confía en el SEÑOR con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. (NTV) ¿Qué planes has hecho que estás luchando por entregárselos a Dios? Haz una pausa y reflexiona, y luego escribe esos planes en tu diario. Ora y pídele a Dios un corazón de entrega a Sus caminos y Sus planes. ¡Nos encantaría conocer tus pensamientos sobre el devocional de hoy! Compártelos con nosotras en los comentarios.
DEVOCIONALES Bueno, ¿y ahora qué? 24 de Mayo de 2024 La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. Juan 14:27 (NVI) Bueno, ¿y qué sigue? Este es el pensamiento que a menudo ha pasado por mi mente cuando termina una temporada de mi vida. Después de graduarme del bachillerato, me pregunté: ¿y ahora qué? Me preocupaba la universidad, pero me entusiasmaba la libertad que esperaba experimentar lejos de mi pequeño pueblo. Luego de perder el trabajo al que entregué todo, me pregunté: ¿y ahora qué? Me sentí confundida y estresada, preocupada por las cuentas y qué le diría a mi familia. Después de graduarme de la universidad, una ruptura relacional, alejarme de un grupo de amigos y en muchas otras ocasiones en mi vida me he preguntado… ¿y ahora qué? Ya sea que estemos listas para que una temporada cambie o no, no es divertido tener dudas y confusión. Sin embargo, estoy muy agradecida de que sirvamos a un Dios que es el Autor de la paz y no de la confusión (1 Corintios 14:33). La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden (Juan 14:27). Jesús compartió estas palabras con Sus discípulos en el aposento alto justo antes del caos de la traición de Judas y la tragedia de la muerte de Jesús. Los discípulos no sabían de los milagros que les esperaban, pero sí sabían que Jesús les dijo que no tuvieran miedo. Les ofreció paz, incluso cuando el futuro era incierto. Cuando invitamos a Jesús a nuestros corazones, recibimos Su paz a través del Espíritu Santo. ¿Qué tal si ponemos nuestra confianza en lo que sabemos de Dios en lugar de estresarnos por lo que no sabemos? Ya sea que te estés graduando de la escuela, entrando en un mercado laboral competitivo, comenzando o terminando una relación significativa, mudándote a un lugar nuevo o cualquier otra cosa, puedes experimentar la paz de Su presencia. Esta paz no nos promete todas las respuestas, pero nos recuerda que incluso cuando no sabemos a dónde vamos, sabemos a Quién seguimos. A través de orar constantemente e invitar continuamente a Jesús a nuestro futuro, experimentamos la paz que proviene de saber que nuestros problemas hoy, pueden convertirse en nuestro testimonio mañana. Todo lo malo puede convertirse en algo bueno si lo convertimos en algo de Dios. No tienes que vivir con ansiedad cuando no sabes lo que traerá el mañana. En cambio, busca a Dios, quien conoce tu futuro (Jeremías 29:11-13). Él está abriendo un camino para ti y para mí, y Su voluntad es mayor que nuestros planes. Pidámosle en oración que nos guíe a lo mejor y confiemos en que no nos negará nada bueno (Salmo 84:11). Querido Dios, el caos y la confusión están a mi alrededor, pero Tú eres un Dios de paz, no de desorden. Ayúdame a experimentar Tu paz. Puede que no sepa lo que sigue, pero sé que la paz es una promesa cuando camino Contigo. En el Nombre de Jesús, Amén. PROFUNDICEMOS 1 Corintios 14:33, porque Dios no es un Dios de desorden, sino de paz. Como es costumbre en las congregaciones de los creyentes, (NVI) Jeremías 29:11-13, Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, vendrán a suplicarme y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. (NVI) Salmo 84:11, El SEÑOR es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El SEÑOR no niega sus bondades a los que se conducen con integridad. (NVI) ¿Cómo puedes confiar en que Dios es un Dios de paz incluso cuando tu vida es confusa y el futuro parece desconocido? ¿Cómo puedes buscar Su paz diariamente? ¡Comparte en los comentarios!
DEVOCIONALES Ejercita la Fe Estableciendo Metas 15 DE MAYO DE 2024 “La sabiduría es la meta del inteligente, pero el necio no tiene meta fija”. Proverbios 17:24 (DHH) La mayoría de las cosas que hacemos diariamente no serán importantes en cinco minutos, mucho menos en cinco años. Hacemos muchas cosas que realmente no importan. Para alcanzar tus sueños en la vida, necesitarás decidir lo que realmente importa, lo que va a perdurar en tu vida y concentrarte en eso. La Biblia dice: “La sabiduría es la meta del inteligente, pero el necio no tiene meta fija” Proverbios 17:24 (DHH). Una vez que has descubierto lo que más importa, establece metas que requieran fe. Jesús nos dice en Mateo 9, que nos bendecirá tanto como queremos. Su bendición depende del tamaño de nuestra fe. Jesús dice, “Que se haga con ustedes conforme a su fe” Mateo 9:29 (NVI). Dios dice que elijas tu taza, y Él la podrá llenar. Si tienes una taza pequeña de té, una jarra de 5 litros o un barril de 100 galones de fe, Dios la llenará de acuerdo a tu fe. Lo mucho que confías en Dios determina cuánto Dios te va a bendecir. Ejercitas tu fe mediante el establecimiento de metas. Estableces una meta cuando dices, “Dios, creo que me estás diciendo que quieres que logre esto en una fecha determinada. Va a ser difícil hacerlo, pero creo que es lo que tengo que hacer”. ¿Qué es una meta establecida en fe? Es una meta: Enfocada: es específica, algo que puedes medir. Alcanzable: Es posible y práctica. Si estableces una meta que no es realista, no la lograrás. Personal: Es algo personal. No puedes establecer metas para otras personas. Tú posees tus propias metas, no las de otras personas. Con fecha: Tu meta necesita un plazo. Sin una fecha, no es una meta. Con pasión: Nunca fijes una meta que no te apasione, porque nunca la lograrás sin el deseo de lograrla. Las metas darán vida a los sueños que has dado por muertos. Da un vistazo a los sueños en que te has rendido. Agrega una meta y ve lo que Dios puede hacer. Reflexiona Sobre Esto: ¿Por qué piensas que las metas nos ayudan a alcanzar nuestros sueños? ¿Qué hace difícil establecer metas relacionadas con nuestros sueños? ¿Cuáles son algunas metas que puedas establecer para sueños que no has realizado en tu vida? Memoriza tu meta escribiéndola y considera el compartirla con otros. Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.
DEVOCIONALES La inteligencia artificial y Dios: peligro de exterminio 13 DE MAYO DE 2024 En el último año se han publicado varios informes advirtiendo del peligro que supone la inteligencia artificial para el futuro de la humanidad. Informes que, curiosamente, van firmados por ejecutivos, investigadores y expertos de las mismas empresas que están desarrollando esa inteligencia artificial. Defienden sus ventajas pero advierten sobre los peligros de un desarrollo descontrolado que lleve al ser humano al peligro de la extinción. No soy experto en el tema y no voy a entrar en ningún análisis, pero me ha llamado la atención el temor expresado a que la IA llegue a identificar al ser humano como una amenaza para el planeta por su maldad y decida exterminarlo. Y, ciertamente, si esto fuera así habría quien pensaría que sería una medida llena de sentido común. En resumen, si un día esa IA pone su objetivo en mí y considera que no tengo valor o merezco ser eliminado por ser una amenaza para el planeta, en sus decisiones no entendería ni de gracia ni de misericordia y procedería a mi eliminación. Un escenario que parece ciencia ficción pero del que algunos piensan que no estamos tan lejos. ¿Quién mira por nuestro futuro? Pensando en esto, me sentía agradecido porque mi futuro no está en manos de ninguna IA, sino de mi Señor y Salvador que, aunque yo merecía ser eliminado por mi maldad y pecado, decidió salvarme «no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia» (Tito 3:5). Esto va en contra del sentido común. No hay IA que lo pueda comprender, porque entra en juego el amor de Dios que se escapa a toda lógica. Lo primero que sorprende es que le importemos a Dios, como se pregunta David en el Salmo 8:4: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,Y el hijo del hombre, para que lo visites? El temor que provoca la IA es que su respuesta a esta pregunta sea acabar con nosotros. Pero para Dios, aunque parezca increíble, no somos prescindibles; somos valiosos y ha decidido salvarnos del pecado y del castigo del infierno. De esta manera, nos podemos levantar cada mañana sin temor a decisiones arbitrarias que puedan exterminarnos, con la confianza depositada en un Dios que nos ama. Al igual que se expresa en Lamentaciones 3:22-23 en referencia a la experiencia del pueblo de Israel, nosotros también podemos decir: Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. — Devocional de Miguel Ángel Gómez, autor de la serie juvenil «El diario de Álex», además de cinco novelas de intriga y suspense.
DEVOCIONALES Cinco cosas que cada madre cristiana debe saber 9 DE MAYO DE 2024 Hace más de diez años con motivo de la celebración del Día de la Madre escuché una predicación que estaba basada en el texto de Lucas 1:26-38 donde el ángel Gabriel anunciaba a María que iba a ser la madre del Mesías. Gracias a mis notas puedo recordar estas “cinco cosas que cada madre cristiana debe saber” y pensar en ellas de vez en cuando. Así que, teniendo a María como ejemplo, estos son los cinco puntos principales que se compartieron y que como madres haríamos bien en aplicar a nuestra vida: 1. El Señor está contigo. Muchas madres se sienten solas. Los motivos pueden ser variados: a veces son madres solteras, divorciadas, viudas o los hijos ya se han ido del hogar —o son madres casadas, pero viven en soledad emocional. Sea cual sea tu situación, lo primero que tienes que saber es que, si tú estás en Cristo, ¡Él siempre estará contigo! Nunca te dejará o abandonará. 2. No temas. A veces las madres tenemos temores totalmente irracionales. A veces las madres tenemos temor de no estar a la altura de otras madres, o nos sentimos culpables de los fracasos de nuestros hijos. Sea cual sea tu temor como madre, este texto nos recuerda que Dios nos ha concedido su gracia, su amor y por lo tanto su ayuda para vencer nuestros temores. 3. Él será grande. Las madres queremos lo mejor para nuestros hijos, soñamos con grandes planes para ellos, pero no debemos olvidar que tienen su propia individualidad y Dios también tiene planes únicos y personales para ellos. Como alguien dijo: “No te preocupes por los planes que tú tienes para tus hijos; los planes de Dios para ellos son mejores”. Nuestro trabajo como madres deja de ser entonces el de querer controlar todo, haciendo la transición del control a la influencia. La grandeza de nuestros hijos no es que se sometan a nuestros planes, sino que conozcan y sigan los planes que Dios tiene para ellos. 4. Nada es imposible para Dios. Hay madres que se sienten en situaciones imposibles. La frase “no conoces mi situación” puede haber salido de nuestros propios labios o de los de alguna amiga —situaciones “imposibles” como matrimonios que están naufragando o que ya se han roto, o el pesar de tener un hijo rebelde. Sin ánimo de darte falsas esperanzas, sí hay una verdad que el ángel le recuerda a María: “Nada es imposible para Dios”. 5. Yo soy la sierva del Señor. Dios no espera que seas una madre “perfecta” porque no lo vas a ser, vas a tener fallos, no porque seas una mala madre sino porque eres humana. La buena noticia es que Dios no quiere que seas “perfecta”: quiere que te entregues y sometas a Él. Cuando lo hagas, sabrás que: Él está contigo; no tienes que temer porque sus planes son mejores y más grandes que los tuyos; le enseñarás a tu hijo en vez de intentar controlarlo; nada es imposible para Dios. Y ¿sabes una cosa? El mundo necesita más madres así. Devocional escrito por Eva L. Cañas. Colabora con la Asociación Familias XXI para el desarrollo de familias saludables y escribe en su blog personal sobre temas relacionados con la vida y la fe.
DEVOCIONALES Hacedlo todo para la gloria de Dios 01 DE MAYO DE 2024 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. — 1 Corintios 10:31, RVR1960 Nuestra idea es que glorificar a Dios es servir a Dios de manera cúltica, por medio de la música o la predicación de la Biblia. Pensamos que aquellos que más glorifican a Dios son los misioneros y los que están implicados en los servicios religiosos; es más, creemos que si alguien aspira a una forma más elevada de servicio, lo ideal sería abandonar su trabajo y buscar una ocupación religiosa. Pero no es así; nuestro texto, «hacedlo todo para la gloria de Dios», nos enseña que podemos glorificar a Dios con todo lo que hagamos, incluso cosas tan sencillas como el comer y el beber. Dar gloria a alguien es exaltar su persona y darle un tributo excelente. Por ejemplo, damos gloria a un representante de otro país vistiéndonos de gala, ofreciendo un banquete y dándole regalos magníficos. Por el contrario, nadie pretende honrar a un representante de otro país vestidos pobremente y ofreciendo una comida sencilla. Ofrecemos lo mejor a quien consideramos digno de ello. De la misma manera honramos a Dios buscando la excelencia en todo lo que hacemos, porque lo hacemos para Él. ¿Cómo se lleva a la práctica «hacedlo todo para la gloria de Dios»? Hacerlo todo para la gloria de Dios es buscar la excelencia en el detalle, siendo conscientes de que todo lo hacemos para Dios. Si nuestro trabajo es sencillo, limpiando las calles, buscaremos hacer un trabajo brillante, pensando que ese es nuestro tributo a Dios. Si nuestro trabajo es servir a otros, haremos un trabajo excelente, sirviendo con cuidado y esmero, con entusiasmo y gozo, haciéndolo para el Señor. Dios está interesado en un trabajo excelente. Decía Martín Lutero que un zapatero cristiano no es aquel que escribe versículos en las suelas de los zapatos, sino el que hace zapatos excelentes, porque Dios está interesado en los zapatos, ya que está interesado en nuestro trabajo. Pensamos en lo que no es nuestro trabajo: el resto de nuestra vida, nuestro hogar, nuestras relaciones con otras personas, el uso de nuestro dinero, nuestro descanso, nuestros pasatiempos y cuando comemos y bebemos. Todo debe dar gloria a Dios, buscando la excelencia en todo lo que hacemos. No podemos hacer las cosas con descuido, sino buscando una intención clara: honrar a Dios. La gente que no conoce a Dios pierde el tiempo y se distrae de cualquier manera; nosotros debemos buscar un entretenimiento excelente, de calidad, moderado y que sea una fuente de gozo. Lo mismo en el comer y beber, la moderación honra a Dios. ¿Lo hacemos moderadamente? ¿Lo hacemos de forma excelente? — Devocional de Julio Martínez Moreno-Dávila. Vive en Madrid con su esposa María del Mar y son miembros de la iglesia en Suanzes. Trabaja en el sector de la tecnología y publica habitualmente en distintos medios, como en Vidas en red y Estudios bíblicos.
DEVOCIONALES La revisión cardíaca que necesitamos para mantener el buen camino 1 DE ABRIL DE 2024 A partir de ese momento, Judas comenzó a buscar una oportunidad para traicionar a Jesús. Mateo 26:16 (NTV) Esperé en la fila larga para pagar, golpeando con impaciencia mi carrito de compras, que estaba repleto de útiles escolares. No estaba de humor para conversar, pero la chica detrás de mí me bombardeó con preguntas, así que le expliqué cómo nuestra iglesia organiza una colecta de útiles escolares cada año.Ella expresó su admiración por este ministerio y yo asentí respetuosamente.Pero la convicción se apoderó de mí momentos después. ¡Este es un gran ministerio, pero mi actitud al respecto no fue buena! Había permitido que la temporada abrumadora de regreso a clases endureciera mi corazón. Exteriormente obedecí, pero interiormente mi espíritu refunfuñó. Allí mismo en el estacionamiento, confesé al Señor el estado lamentable de mi alma y oré por un corazón renovado. Esta experiencia me recordó cuán fácilmente podemos caer en hacer lo correcto con el espíritu equivocado. Y no somos las únicas: también vemos esto en las Escrituras. Judas, el apóstol infame por traicionar a Jesús, pasó años caminando y hablando con Él de manera personal y cercana. Estuvo allí cuando Jesús realizó milagros y cambió vidas. Estuvo allí cuando Jesús enseñó a las multitudes y reprendió a los líderes religiosos. Judas recorrió el camino, edificando el Reino de Dios junto a Pedro, Juan y los demás discípulos. Pero como detalla el versículo clave de hoy, su corazón llegó a un momento decisivo fatídico: A partir de ese momento, Judas comenzó a buscar una oportunidad para traicionar a Jesús (Mateo 26:16). ¡Nos estremecemos ante esta escritura y nos preguntamos cómo pudo hacer eso! Pero una mirada más cercana a la vida de Judas revela una verdad aleccionadora: la proximidad física a Jesús no fue suficiente. Podemos incluso edificar Su Reino exteriormente, pero interiormente somos tentadas a construir el nuestro. Es la proximidad de nuestro corazón a Jesús lo que determina si cedemos a esta tentación. Curiosamente, la decisión de Judas de traicionar a Jesús ocurre inmediatamente después de la ocasión conmovedora en la que una mujer ungió a Jesús con un perfume costoso (Mateo 26:6-13). Jesús dijo que este momento sería recordado para siempre, pero a Judas le molestó su desprendimiento y refunfuñó contra ello. Fue testigo de primera mano de una gran muestra de generosidad; pero, su corazón estaba duro. De manera similar, podemos mantener nuestras vidas ocupadas con actividades de la iglesia, estudios bíblicos y proyectos de servicio, pero si nuestros corazones no se alinean con la misión del evangelio, nos estamos preparando para fracasar. Como Judas, sólo podemos fingir durante un tiempo. Tomemos un momento para hacer un chequeo del corazón y hacernos un par de preguntas para mantenernos en el buen camino: ¿Está mi corazón más alineado con la misión de Jesús o con la mía propia? ¿Prioriza mi corazón las mismas causas que Jesús? Querida, pedirle a Dios que nos muestre nuestros corazones no es fácil. ¡Pero quizás eso sea justo lo que necesitamos para seguir caminando fielmente con Jesús! Jesús, perdónanos por servirte exteriormente, y a la vez desear interiormente nuestro propio camino. Ayúdanos a alinear nuestros corazones Contigo y caminar con integridad y autenticidad. En el Nombre de Jesús, Amén.